
SOBRE EL PROYECTO
Estamos construidos de memoria: de recuerdos y de fragmentos de nuestro pasado que se tejen entre sí para definir quiénes somos en el presente. Pero los recuerdos que se sienten eternos son frágiles y se escapan con facilidad. Por eso los seres humanos siempre hemos tenido la necesidad de guardar objetos: porque más allá de su funcionalidad o de su propósito son una forma de volver tangible algo tan abstracto como la memoria. Son cuerpos que contienen historias que el tiempo no puede borrar y que a su vez construyen la narrativa que define quiénes somos.
Pero hoy en día vivimos en un mundo donde la memoria se ha transformado. Ahora documentamos todo a través del celular, pero esta no es más que la construcción de una memoria intangible, cuya permanencia en el tiempo es incierta y ha quedado relegada a la posibilidad de perderse por completo en medio de un apagón y a quedar en el olvido. Por eso hoy en día es más relevante que nunca volver a pensar en los objetos y en preservar los relatos que esconden: al narrarlos podemos inmortalizar la forma en la que hoy recordamos y resignificarla con el paso del tiempo.